El robot Da Vinci del CHUO cumple dos años de "revolución"

El sistema quirúrgico see implementó en el CHUO en 2021 para convertirse en el mejor aliado de los cirujanos. Desde entonces no ha dejado de aumentar el personal formado y el tipo de intervenciones. En un futuro "no muy lejano", el robot será autónomo


CID, X. (30 de julio de 2023). El robot Da Vinci del CHUO cumple dos años de "revolución". La Región. Recuperado de www.laregion.es


La llegada del robot quirúrgico Da Vinci al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) en julio de 2021 supuso un avance de calado para el equipo de cirugía. El sistema, instaurado desde entonces en uno de los 16 quirófanos, permite a los profesionales una mejor visión y manejo de los instrumentos, lo que se traduce en una recuperación más rápida y fácil para los pacientes. Manuel García, jefe de Cirugía General del CHUO, es claro: "Fue una revolución para la especialidad".

El sistema quirúrgico dio un paso más en la cirugía laparoscópica, caracterizada por ser mínimamente invasiva. “El robot la perfeccionó”, asegura García. Da Vinci está compuesto por tres partes: la consola (donde se coloca el cirujano que realiza la intervención), la torre (en la que se encuentra el software) y el carro (formado por cuatro brazos, situados encima del paciente, en los que el otro cirujano coloca los instrumentos, como pinzas o bisturí). El robot es pasivo, lo que significa que no realiza ningún movimiento de forma autónoma, sino que responde a los movimientos del facultativo. 

El equipo, por tanto, está formado por dos cirujanos  (a los que se podría sumar un residente en formación) que se comunican mediante un altavoz. El que está en la consola cuenta con una visión ampliada de la zona en la que interviene (uno de los brazos del robot tiene una cámara) y con las manos maneja los mandos, conectados por fibra óptica con las articulaciones del Da Vinci. Este facultativo le va dando indicaciones a su compañero, situado en la zona del carro, sobre cómo colocar el robot sobre el paciente, así como sobre el instrumental que necesita. “El contacto entre ambos es fundamental para lograr una buena coordinación”, destaca García. En la zona del carro también se coloca el enfermero, que pasa al médico los útiles. 

Los cirujanos precisan una acreditación para manejar el Da Vinci y los enfermeros cuentan con una formación específica. Los profesionales preparados para trabajar con el robot no dejan de crecer en el CHUO. “De hecho, estos días hay dos compañeros formándose en Barcelona”, apunta García. De la plantilla de Cirugía General (una treintena de médicos), la mitad ya se ha acreditado desde la puesta en marcha del innovador sistema.  

Cuatro ServiciosLa cirujana Inés Aldrey utiliza la consola del robot quirúrgico Da Vinci instalado en el CHUO.

La cirujana Inés Aldrey utiliza la consola del robot quirúrgico Da Vinci instalado en el CHUO


En julio de 2021, los servicios de Urología y Cirugía General fueron los primeros en utilizar el robot, pero con el paso de los meses se sumaron Ginecología y Otorrinolaringología. La cartera de intervenciones es amplia, y sigue aumentando. “Nosotros hacemos cirugías de colon, de estómago, de mama desde diciembre y hace dos semanas empezamos con las de hígado”, detalla el facultativo. 

Debido al alto número de operaciones que emplean la tecnología robótica, la actividad del quirófano es elevada: “Normalmente pautamos una cirugía todos los días y, si no es muy larga, ponemos dos”. Aunque el proceso es un poco más largo que en una operación ordinaria, por el montaje del aparato,  los tiempos se acortan cada vez más porque los profesionales tienen más rodaje. . “Antes, la cirugía duraba toda la mañana, ahora ya no”, apunta.

García explica que los profesionales que trabajan con el robot son especialistas en su campo: “El cirujano que lo utiliza ya tiene mucha experiencia en esa cirugía, y por eso se forma con el sistema. Es decir, el Da Vinci no suple la formación previa, sino todo lo contrario. Quien maneja el robot es experto en el tipo de cirugía que realiza”.

Valoración "muy positiva"Los compañeros de Da Vinci se deshacen en elogios. “La valoración de estos dos años es muy positiva. Te permite hacer movimientos que de otra manera son muy complicados, te da una muy buena visión y te permite operar sentado. Son operaciones de horas de estar de pie, y al estar sentado, trabajas mucho más cómodo”, comparte el jefe de Cirugía General.

Por otra parte, permite una recuperación más rápida de los pacientes, ya que reduce el número de transfusiones y la anestesia es de menor profundidad: "Hay infinidad de motivas médicos que hacen que posoperatorio sea mejor".


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