Madrid, 19 de noviembre de 2024. La inclusión de las enfermeras en un grupo A unificado y los cambios pertinentes en la ley del medicamento para normalizar la prescripción enfermera han sido algunos de los asuntos que el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, ha analizado junto al secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en una reunión celebrada en el Ministerio de Sanidad.
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, y el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, abordan los cambios legislativos y administrativos para situar a las enfermeras en una clasificación como trabajadores públicos acorde a su responsabilidad y acabar con la injusticia del grupo A2.
Las enfermeras y enfermeros, tal y como demuestran las encuestas que ha presentado recientemente el CGE, expresan un gran hartazgo de la denigración que supone estar adscrito a un grupo profesional -el A2- que no les corresponde ni por formación ni por responsabilidad. Solicitan un grupo A unificado igual que otros profesionales sanitarios y no sanitarios con un título de grado. Por otra parte, la saturación ante un número de pacientes imposible de atender con dignidad entre tan pocos profesionales ha desencadenado un incremento de los cuadros de ansiedad y otros trastornos mentales. La situación es acuciante en algunas CC.AA. y las diferencias entre unas y otras supone una intolerable inequidad en la atención sanitaria.
La adaptación de la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios -ley del medicamento- para que las 345.000 enfermeras y enfermeros indiquen fármacos en distintos ámbitos de su competencia, como en su día sucedió con los podólogos, es algo que, según traslada el ministerio, está ultimándose, aunque la reforma, lógicamente, debe pasar por el Parlamento.
El presidente del CGE y su equipo han trasladado al secretario de Estado otros asuntos que afectan a la profesión como la parálisis que afecta a las especialidades y al desarrollo de los diplomas de acreditación o el brutal déficit de enfermeras en España respecto a Europa.