EUROPA PRESS (19 de abril de 2023). Una investigación determina que la vitamina D desempeña un papel relevante en el cáncer de próstata. Diario Enfermero. Recuperado de www.diarioenfermero.es
La deficiencia de vitamina D podría ser la razón por la que los hombres afroamericanos experimentan un cáncer de próstata más agresivo a una edad más temprana en comparación con los hombres de origen europeo. Esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores del centro oncológico Cedars-Sinai Cancer, en Estados Unidos, cuyo proyecto ha sido publicado en Cancer Research Communications, una revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR).
Este estudio podría allanar el camino para la revisión de las directrices nutricionales, pues este es la primera investigación que examina sus funciones de forma genómica en hombres afroamericanos frente a europeos. «Los hombres afroamericanos tienen más probabilidades que los europeos de desarrollar cáncer de próstata y el doble de probabilidades de morir de esta enfermedad. Estudios a gran escala han demostrado que las diferencias en el acceso a la atención sanitaria no explican totalmente esta disparidad sanitaria, y nuestro estudio identifica factores biológicos que podrían explicarla», afirma Moray Campbell, investigador científico del Centro Oncológico Cerdar-Sinai y autor principal de este estudio.
Y es que, la vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio, esencial para la salud ósea, pero también contribuye a estimular la maduración de las células, tal y como indica Campbell en el estudio. A diferencia de las células normales, las cancerosas no maduran y mueren, siguen dividiéndose, creando más y más células anormales. «Sin niveles suficientes de vitamina D que las hagan madurar, las células de un tumor siguen multiplicándose sin control», continúa el investigador.
Las investigaciones basadas en esta línea podrían conducir a una revisión de las directrices nutricionales para la ingesta de vitamina D, tanto para la salud de los huesos como de la próstata, basada en la ascendencia genética. Según apuntan los investigadores de este proyecto, es necesario seguir trabajando para determinar el nivel de vitamina D más beneficioso para cada grupo y examinar cómo funciona el receptor de la vitamina D con otras proteínas relacionadas con el cáncer de próstata.
«Este estudio es un ejemplo de las muchas iniciativas que se están llevando a cabo para desentrañar las causas profundas de las disparidades sanitarias. También muestra cómo la colaboración multiinstitucional puede maximizar el potencial de nuestro trabajo y por qué damos tanta importancia a nuestro equipo de Community Outreach and Engagement (COE) para involucrar a diversas poblaciones en la investigación del cáncer«, destaca Dan Theodorescu, director del Centro Oncológico Cedars-Sinai y presidente distinguido de la fundación PHASE ONE.
Este proyecto abre el camino a una nueva vía de investigación entorno al cáncer. Así los próximos pasos que tomarán estos investigadores será examinar la vitamina D y su relación con las disparidades sanitarias en otros tipos de cáncer hormonodependientes, como el de mama.