El Consejo aboga por el desarrollo de las especialidades en todas las comunidades, con categoría laboral y más salario
BATRES, O. (28 de diciembre de 2022). Equiparación, e incluso 'sorpasso', del sueldo EIR al de enfermera general. Redacción Médica. Recuperado de www.redaccionmedica.com
El desarrollo de competencias enfermeras se ha convertido en uno de los retos para el futuro del Sistema Nacional de Salud (SNS). La profesión fija la mirada en la apuesta del Ministerio de Sanidad por la puesta en marcha de la Iniciativa Marco de Cuidados, con la que diseñar criterios comunes para todo el sistema sanitario, pero lo cierto es que, según el Consejo General de Enfermería (CGE), las especialidades de Enfermería “aún necesitan de un fuerte impulso”. El primer paso para empoderar este segmento, según la Organización Colegial, pasa por “no penalizar económicamente” a quien opta por especializarse una vez ha terminado su formación en cuidados generales y que incluso puede llevar años ejerciendo la profesión.
Para un merecido reconocimiento de la especialización en Enfermería, el presidente del Consejo enfermero, Florentino Pérez Raya, defiende que el salario de las residentes no tendría que ser menor al de una enfermera de cuidados generales "por las actividades que ejercen". Eso sí, una vez acabado el periodo formativo, estas profesionales sí que deberían ser recompensadas con el correspondiente complemento por haber obtenido dicha titulación, "de tal forma que su sueldo sería superior al de una enfermera de cuidados generales". "Es lo que ya ocurre en el caso de las matronas", agrega Pérez Raya.
¿Cuál es el sueldo de una enfermera residente?
Y es que, tal y como expone la Asociación EIR, una residente cobra menos que una enfermera, pero la situación no mejora una vez terminada la formación y obtenido el título de especialista. “En muchas comunidades autónomas cobra igual una especialista que una enfermera sin especialidad porque no se contrata como especialistas, a pesar de tener el título”, explican desde la plataforma, lamentando que, en algunos casos, ni siquiera se reconoce la especialidad.
En cifras, el sueldo base de las enfermeras residentes se sitúa en torno a los 1.045 euros brutos al mes, frente a los 1.300 euros que percibe de media una enfermera generalista en España. Esta diferencia retributiva ha empujado a la Asociación a ir más allá y exigir un complemento retributivo de residencia de 400 euros para las R1 y de 460 euros para las R2, con lo que el sueldo del colectivo se elevaría hasta los 1.400 euros brutos mensuales, según estimaciones de la plataforma. Una propuesta que, como adelantó este periódico, llevarán a la mesa de Sanidad en enero y que, de materializarse, sí que supondría un salto significativo de las especialistas frente a las generalistas.
"Deben convivir enfermeras generalistas y especialistas;
cada una con sus competencias"
A pesar de que la especialización no supone, de forma generalizada en España, un plus en las condiciones salariales ni un reconocimiento competencial, el Consejo de Enfermería no se muestra partidario a exigir la especialización para el desarrollo de la actividad enfermera. "Deben convivir enfermeras generalistas y especialistas cada una con sus competencias. El caso de las enfermeras no es el mismo que el de los médicos que tienen que ser especialistas para ejercer", desarrollan.
Apuesta por la especialización de Enfermería
Ante esta invisibilidad criticada tanto por la Asociación como por el Consejo, Pérez Raya insiste en la importancia de que las administraciones sanitarias hagan una apuesta decidida por esta figura profesional “si queremos una atención sanitaria con altos niveles de calidad y seguridad”. Para ello, continúa, no solo se necesita de una potente inversión económica, sino también de llevar a cabo una definición de los puestos de trabajo y, en definitiva, un análisis de las necesidades de estos perfiles profesionales.
De hecho, desde el CGE abogan por que todas las especialidades enfermeras estén "plenamente implantadas" y "desarrolladas" en las diferentes comunidades autónomas, lo que lleva aparejado su correspondiente categoría laboral y salarial.