Hablamos con la enfermera y coordinadora del centro de salud Valle Inclán, Ana Fernández, acerca de las “barreras” a las que deben hacer frente las enfermeras para hacerse visibles y desempeñar puestos directivos.
La enfermería como pieza clave del sistema sanitario aspira también a conseguir la representación que se merece a nivel social y político.
“Las enfermeras conocemos muy bien todo lo que implica el entorno de los cuidados, las necesidades de los pacientes e incluso tenemos la tradición de gestionar una parte importante de la intendencia de los centros de salud y los servicios de hospitalización”, explica Ana Fernández. La administrativa es una de las funciones de la enfermería, junto a la asistencial, docente e investigadora.
Sin embargo, la trayectoria profesional de “inestabilidad” asociada a estas profesionales enfermeras hace que acceder a puestos de responsabilidad sea todavía complejo.
En el momento actual, la inestabilidad laboral es el principal “handicap” que la coordinadora del centro de salud Valle Inclán identifica a la profesión enfermera a la hora de acceder a puestos de gestión. “Durante diez o doce años estás trabajando en multitud de puestos de trabajo, sin continuidad, sin vinculación con la especialización que tienen algunos profesionales y cuando llegas a estabilizarte y tener la experiencia necesaria para acceder a la gestión, en algunos casos ya no se tiene suficiente motivación, explica.
A esto se suma también la necesidad de conciliar la vida familiar. “No podemos obviar que no tener continuidad en los contratos, con trabajo a turnos en la mayoría de los casos, hace difícil planificar la maternidad en edades óptimas desde el punto de vista de la fertilidad” explica la enfermera. Cabe recordar que los puestos de gestión requieren del profesional una gran inversión de tiempo y esfuerzo.
También se constata que, en la actualidad, los puestos directivos de alto nivel, aún siguen estando predominantemente asociados a la figura masculina. En gestión todavía hay que avanzar en la cuestión de género que hace que, a pesar de ser la enfermería una profesión mayoritariamente femenina, la proporción de enfermeros que ocupan esos cargos sea mayor de lo que correspondería a su presencia en el colectivo profesional.
Otra gran debilidad es de tipo económico dado que el reconocimiento a la gestión dentro de la profesión no supone un incentivo. “Asumes una responsabilidad que tiene una remuneración acorde al trabajo que realizas ”, explica la enfermera.
“La gestión enfermera es una tarea oculta, muy importante pero que a veces no luce”, en palabras de Ana Fernández.“Si desde un principio de nuestra trayectoria laboral dispusiéramos de contratos estables y poder escoger en qué áreas o servicios trabajar y desarrollar nuestro futuro profesional no dudo de que se notaría en la gestión”, explica la coordinadora.
Aún así, con todos los hándicaps, Ana Fernández reconoce en las enfermeras al profesional más cercano al paciente, con una gran capacidad de gestión de recursos y enorme creatividad.
VIRTUDES DE UNA GESTORA
El acceso a un puesto de gestión “permite crecer como profesional y conocer otros aspectos del sistema sanitario según explica Ana Fernández.
Además, los cargos de responsabilidad requieren una serie de cualidades. En este caso, Ana Fernández, destaca “la capacidad de liderazgo, la empatía, amplitud de miras para entender los distintos puntos de vista” pero sobre todo la formación en gestión, que debería iniciarse a modo introductorio en los estudios pregrado y continuar después en cursos posgrado específicos.
ANIMA A LAS FUTURAS GENERACIONES A “HACERSE PREGUNTAS”
En este sentido, la coordinadora del centro de salud de Valle Inclán anima “decididamente” a las nuevas generaciones de enfermeras y enfermeros a que “se hagan preguntas sobre su trabajo, acerca de cómo mejorar la calidad de los cuidados que prestan , a investigar, a alcanzar grandes metas profesionales y a que no duden en formarse para desempeñar puestos de gestión. “Yo creo que la Enfermería debe llegar a dirigir el Ministerio de Sanidad ”. Somos el colectivo mayoritario en el sistema de salud y realizamos una labor muy importante, pero no somos suficientemente visibles”, recalca, para a continuación añadir que “ya se ha emprendido el largo camino que falta por recorrer”.