LA ENFERMERA QUE TE CUIDA | “Buscamos que nuestros pacientes se mantengan estables y lleven una vida digna”

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El Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario de Ourense, comúnmente conocido como Equipo de Continuidad de Cuidados, se creó el día 15 de febrero de 2005.

MargaritaSu cometido es garantizar la continuidad de cuidados del enfermo con trastorno mental severo en el entorno en que vive. La enfermera Margarita Osorio Prol lleva trabajando en este servicio desde la fecha de su creación.


“Actualmente en Ourense tenemos dos equipos en funcionamiento. Uno de ellos se encarga de Verín y el otro está en Ourense. Este último, además de la zona de Ourense ciudad atiende a los enfermos de Pereiro de Aguiar, Coles, Amoeiro, Maceda, Baños de Molgas, Outomuro, Cartelle, Cortegada, Taboadela, Baltar (Xinzo de Limia), Castrelo, Carballiño, Ribadavia y Esgos”, explica Margarita Osorio que trabaja en el de Ourense. “Algunos días podemos hacer tranquilamente cerca de 200 km. en desplazamientos para atender a nuestros pacientes”, añade. Desde el momento en que nació el equipo de Verín, están a expensas de ampliar sus servicios con dos nuevos equipos, uno en el Barco de Valdeorras y otro destinado a cubrir las mismas zonas que el de Ourense.


“Nuestro equipo cuenta con la siguiente dotación: una enfermera, una auxiliar de enfermería y un psiquiatra compartido que, además de con nosotros, trabaja en el Hospital de Día de Psiquiatría”, apunta Margarita Osorio.


El perfil que comparten los 32 pacientes con los que trata el equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario de Ourense se caracterizan por presentar trastorno mental severo y haber estado ingresados en múltiples ocasiones. Son pacientes con escasa o nula conciencia de enfermedad, mala adherencia al tratamiento, pobre vinculación a los círculos asistenciales, déficit de hábitos higiénicos y nutricionales, deterioro psicosocial, ausencia de redes de apoyo o patología dual. Es muy importante que estén estabilizados y son asignados por el facultativo de Agudos, Concejo, Piñor o el Hospital de Día. “En el momento en que nos presentan al paciente, éste debe de aceptar un compromiso terapéutico y firmar una hoja de consentimiento, dado que nuestro trabajo se desarrolla en su domicilio”, detalla la enfermera. A continuación, “hacemos una valoración de enfermería para conocer cuál es su situación y si necesitan ayuda de la trabajadora social, con la que estamos muy en contacto. Además, responden a cuestiones que nos ayudan a establecer un patrón de control de salud, de sueño, metabólico, cognitivo perceptivo, su rol en las relaciones, su adaptación al estrés y su nivel de actividad y ejercicio físico”, describe.


“El régimen de visitas nos lo establece el médico que nos lo deriva, en función de sus necesidades. De este modo, las visitas las tenemos repartidas, a algunos los vemos cada 15 días, a otros cada semana...”, describe el funcionamiento de su trabajo. “Todos los días, a las 09:00 horas visitamos los dos pisos protegidos que tiene el Sergas. En ellos habitan personas totalmente autónomas, hay quienes llevan viviendo ahí desde que se crearon porque no tienen a donde ir. Cuando nosotras llegamos ellos ya tienen todo hecho, es decir, el piso debe estar ventilado, su habitación preparada, el desayuno listo y la medicación ya tomada. Una vez allí, nos encargamos, de vez en cuando, de revisar los armarios, ver en qué condiciones de limpieza está todo y comprobar los cajetines en los que guardan su medicación para ver si está preparada del modo correcto”, detalla. Seguidamente, se dirigen al resto de visitas que tienen marcadas en su calendario.


El equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario no sólo realiza labores de índole propiamente sanitaria, como podrían ser comprobar que los pacientes se tomen su medicación o aplicarles el inyectable intramuscular. Una parte importante de su trabajo se basa en acciones de tipo social. “Nuestro trabajo también radica en compartir tiempo con ellos, hablar y estar pendientes de sus necesidades para mantenerlos estables. De hecho, tenemos pacientes que llevan 14 años con nosotros y no han vuelto a ingresar, mientras que antes no salían de lo que nosotros denominamos puerta giratoria, es decir ingresos continuos”, describe Margarita Osorio. Sus quehaceres también incluyen la revisión de los hábitos de higiene, supervisión y apoyo en las tareas domésticas, hábitos de limpieza en el hogar, alimentación y control del dinero, en los casos en que sea necesario para el bienestar del paciente. “También les buscamos alternativas para que puedan mantenerse ocupados en cosas productivas como, por ejemplo, apuntarlos en la Asociación Morea”, añade. “La mayoría de pacientes cogen ellos su medicación en la farmacia pero, aquellos que viven en pueblos que se encuentran incomunicados y necesitan coger un taxi para acercarse hasta la farmacia más cercana, nos encargamos nosotros de recoger su medicación y de llevársela”, detalla.


A cambio, también reciben el reconocimiento que merecen. “Los pacientes nos quieren muchísimo, no saben ya que hacer para demostrárnoslo. Entramos en su casa como si fuéramos ya de la familia y nos reciben con muchísima alegría”, comenta entre sonrisas Margarita Osorio. “Lógicamente, el cariño que desde el equipo le tenemos también es indescriptible. Una vez o dos al año vamos a comer con ellos. La verdad es que es algo precioso lo que hacemos cada día, yo creo que no tiene nada que ver con estar en Agudos. Con nuestro trabajo diario buscamos que se mantengan estables y que lleven una vida digna que les permita defenderse en su día a día”, añade.


Para concluir, Margarita Osorio lanza una reivindicación: “Es necesario darle más importancia a nuestro trabajo y que haya más equipos, pero que éstos cuenten con un psiquiatra propio. Creo que en realidad con nuestros servicios somos muy rentables, en relación calidad precio, porque evitamos ingresos que supondrían un coste mucho mayor y mantenemos estables e integrados en la comunidad a nuestros pacientes”.

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