Cada 14 de noviembre se conmemora en Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que afecta a más de 6.000.000 millones de personas en España.
L
os profesionales de Enfermería juegan un papel determinante tanto en la detección como en el control y los cuidados de la dolencia. En esta ocasión, la enfermera Mercedes Ferro, con más de 30 años de experiencia, cinco de ellos en Primaria (actualmente en el centro de A Cuña) apunta alguna de las claves a la hora de afrontar esta enfermedad.
“En Atención Primaria atendemos casos principalmente de diabetes tipo II que se detectan, habitualmente, al realizar alguna analítica”. En esos exámenes “si los valores de glucosa están por encima de 120-126 se considera diabético”. El primer paso entonces es “darle unas pautas y consejos dietéticos y de ejercicio”. Entre cuatro y seis semanas después “se repite la prueba y si el resultado persiste, se insiste en los consejos del ámbito alimenticio y la actividad física”. Si la situación no remite es cuanto se vuelve necesario el tratamiento con fármacos que prescribe el médico.
Una vez que la enfermedad está diagnosticada y en tratamiento, “realizamos controles periódicos cada mes y medio o dos meses y, cada seis meses, una prueba de determinación de hemoglobina glicada”. Este análisis semestral muestra “el nivel del azúcar en sangre a lo largo de ese periodo, no solo en el momento concreto del control, así permite concretar si las pautas que se están siguiendo son las correctas”.
Complicaciones asociadas
El profesional de Enfermería también lleva un minucioso control de las complicaciones que puede traer aparejada la diabetes. “Se trata de cuestiones neuropáticas, relacionadas con problemas de sensibilidad, y oculares”. De hecho, anualmente también se les realiza una retinografía para detectar problemas en los ojos.
Las complicaciones de tipo vascular son otras de las manifestaciones más frecuentes. Por ello, “se presta especial cuidado al cuidado de los pies y a posibles heridas que puedan surgir y suponer un peor pronóstico”. En este sentido, también se practica un test de monofilamentos para controlar la sensibilidad en esta parte del cuerpo.
Prevención, alimentación y ejercicio
Los consejos relacionados con la alimentación y la actividad física de los que Mercedes hablaba al comienzo, son fundamentales en múltiples direcciones. Por una una parte, sirve para la prevención. “Una alimentación sana, en la que se coma de todo, eso sí, dejando de lado refrescos o bollería industrial, combinada con el deporte y un estilo de vida saludable ayudará a prevenir la diabetes”.
Además, esas mismas cuestiones son especialmente favorables también para el control de la enfermedad. En este punto, los profesionales de Enfermería vuelven a ejercer como elemento fundamental de la educación sanitaria. “Muchas veces los pacientes no identifican los azúcares en diferentes alimentos. Piensan que solo se encuentran en dulces o refrescos, y no los conciben en la fruta o en las patatas. En ocasiones hasta nos han preguntado si pueden comer helados”, apunta Mercedes. Por eso, desde la Enfermería “se les explica la composición de los alimentos, el funcionamiento sus componente, por ejemplo, de los hidratos de carbono y cómo se convierten en azúcar”. Incluso, desde el centro de A Cuña se están realizando talleres sobre alimentación con grupos de hasta 20 personas: “el resultado está siendo satisfactorio y la gente acude con mucho interés”.
Lo mismo sucede con la actividad física, adaptada a cada perfil. Muchos diabéticos que acuden a Atención Primaria con diabetes tienen edades avanzadas. Esto implica que “muchos de ellos sean especialmente sedentarios o que el único ejercicio que puedan hacer sea caminar”, pero también se les orienta en este sentido debido a los importantes beneficios que supone la actividad física para la enfermedad
Precisamente, en estos dos pilares fundamentales es en los que Mercedes quiere poner el foco de atención para concluir. “Son dos cuestiones fundamentales y deben ir unidas, la dieta por si sola no es suficiente y lo mismo sucede con el deporte, pero su combinación resulta eficaz” junto con “la medicación en aquellos casos en las que sea necesaria”