Ourense, 3 julio 2024. Las enfermeras juegan un papel fundamental en la prevención y detección precoz de la retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera en adultos. De esto nos habla Nuria Martínez Blanco, enfermera especialista en atención familiar y comunitaria encargada de ofrecer la formación sobre los nuevos retinógrafos en los centros de salud de Viana do Bolo, Verín, A Rúa, O Barco, Bande, O Carballiño, Celanova, Coles, Allariz, Maceda, O Pereiro de Aguiar, A Carballeira, A Valenzá, A Cuña, Nóvoa Santos, A Ponte, Valle Inclán y O Couto.
Consciente de que los retos para las enfermeras incluyen la formación constante y la promoción de la salud comunitaria como primera barrera del sistema sanitario, Nuria lo tiene claro: "La detección temprana de la retinopatía diabética permitirá preservar la visión de nuestros pacientes, que es nuestra misión fundamental".
¿Cómo afrontas los cursos de formación que durante estas semanas impartes sobre el uso de retinógrafos en centros de salud de la provincia? ¿Cuál es el objetivo principal?
La verdad lo hago con ilusión y con ganas. Que me hayan brindado la oportunidad de ser yo la formadora de mis propios compañeros me hace sentir valorada. Además he podido conocer a muchos compañeros hasta ahora desconocidos al haberme tenido que desplazar a 18 centros de salud de la provincia. El objetivo principal es que los compañeros enfermeros de Atención Primaria tengan los conocimientos y herramientas suficientes para poder realizar retinografías de calidad.
Los retinógrafos son una herramienta vital para el diagnóstico e identificar precozmente lesiones oculares relacionadas con la diabetes. ¿Por qué es especialmente importante para los profesionales de Atención Primaria?
Sí, el retinógrafo es la herramienta que tenemos para poder valorar el fondo de ojo de nuestros pacientes.
Una de las labores de enfermería es el seguimiento y control dentro de nuestros pacientes diabéticos. Entre diferentes pruebas que realizamos para su seguimiento encontramos la visualización del fondo de ojo. Preferentemente tal y como nos indica el “Proceso asistencial integrado diabetes mellitus tipo 2” publicado el pasado año 2023, se realizará mediante una retinografía. Es importante para los enfermeros de Atención Primaria ya que a nuestros pacientes crónicos los tenemos identificados, con controles periódicos y los cuales tienen facilidad para acudir a nosotros por nuestra cercanía y accesibilidad. Por lo que, disponer de una nueva herramienta para seguir mejorando el control sobre nuestros pacientes, supone un beneficio en la salud de nuestros pacientes.
¿Qué papel desempeñan las enfermeras de los centros de salud en el manejo de esta nueva tecnología y en el seguimiento de los pacientes?
Los enfermeros de Atención Primaria son los responsables del seguimiento de los pacientes diabéticos, dentro del cual se encuentra la educación sanitaria, englobada dentro de la prevención primaria. Se puede reducir significativamente el riesgo de perder visión manteniendo un control estricto del nivel de azúcar en la sangre, llevando hábitos de vida saludables (alimentación sana, ejercicio diario, peso saludable, abstinencia de tabaco…). Una vez realizada la prevención primaria, pasaríamos a la secundaria, es decir, a la detección precoz, también realizada por enfermería. Nuestro papel es fundamental para realizar el cribado y hacer un diagnóstico precoz de la retinopatía diabética, ya que el tratamiento de esta enfermedad es efectivo en las fases iniciales.
¿Cuáles son los beneficios directos para la población ourensana de la implementación de estos retinógrafos en los centros de salud?
Principalmente es la detección precoz de la retinopatía diabética, ya que Atención Primaria se caracteriza por una mejor accesibilidad al sistema sanitario. Por otra parte se disminuye la carga asistencial en las consultas de oftalmología, ya que permite que el paciente únicamente sea derivado para consultas oftalmológicas presenciales en aquellos casos que se precisen pruebas o tratamientos específicos. Y otro beneficio directo es el tener que evitar desplazamientos de los pacientes. Un paciente que viva en el centro de Ourense no le supondrá tanto inconveniente como el que vive en una zona rural a muchos kilómetros de distancia del hospital de referencia. Así evitamos también la posibilidad de que no acudan a la cita por la distancia.
La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en el adulto. ¿Cuál es la relevancia de la exploración periódica del fondo de ojo en la prevención y detección precoz?
Sí, la retinopatía diabética es la quinta causa de pérdida de visión a nivel mundial y la primera entre la población adulta joven. Además aproximadamente el 25% de las personas afectadas de diabetes mellitus ya tienen algún grado de RD y a los 20 años de evolución de la enfermedad, más del 90% presentará algún grado de retinopatía. Por eso es doblemente importante tanto la prevención (abordando buenos controles glucémicos, de tensión arterial, peso, tabaco y lípidos) así como la detección precoz antes de que el daño pueda ser irreversible. Si hacemos una detección temprana podremos preservar la visión de nuestros pacientes, qué es nuestra misión fundamental.
La formación continua es clave en cualquier ámbito de la enfermería. ¿Más en el caso de la prevención y tratamiento de lesiones oculares relacionadas con la diabetes al hablar de una población envejecida como la ourensana?
Sí, quizás no estábamos acostumbrados a la formación en patología ocular al no disponer antes de retinógrafos. Una vez que las tenemos a nuestra disposición me parece fundamental estar al día en formación no sólo sobre la patología de retinopatía diabética, sino sobre la diabetes en general. Tener una buena formación respecto a esta enfermedad redundará en que brindemos unos buenos cuidados a nuestros pacientes.
¿A qué desafíos se enfrentan las profesionales de enfermería en la prevención y tratamiento de lesiones oculares relacionadas con diferentes patologías, como la retinopatía diabética, y cómo los abordan en su práctica diaria?
El desafío es la formación continua, actualizando y mejorando nuestros conocimientos, aptitudes y habilidades personales, no sólo relacionados con la patología ocular, sino con toda lo que abarca nuestra profesión.
¿Cuáles consideras que son los principales retos y necesidades de las especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria en su papel como la primera barrera del sistema sanitario en Atención Primaria?
Estamos en un momento crucial para la enfermería y hemos de aprovechar la oportunidad que nos brinda la especialidad, para demostrar que incorporar especialistas en todos los centros de salud supone una mejora de la calidad de la atención al individuo, a la familia y a la comunidad en general. Somos profesionales que estamos formados, no sólo para prevenir enfermedades en nuestros pacientes, sino para la promoción de su salud, para atender a las necesidades reales de la población, tanto en el centro de salud como fuera de él (asociaciones de pacientes, asociaciones de vecinos, parroquias), es decir, para trabajar en la participación comunitaria y empoderar a nuestros pacientes y que ellos mismos tengan control sobre su salud.