Ourense, 13 mayo 2024. El papel de la enfermería es clave en la atención integral centrada en la persona. Su enfoque humanista es fundamental en la evolución y transformación del modelo asistencial, en cómo abordamos la prevención, la vigilancia de la salud, el diagnóstico y tratamiento, el seguimiento y la investigación.
"La bioética desempeña un papel fundamental en la práctica enfermera, ya que nos enfrentamos a situaciones que involucran aspectos vitales de los pacientes, como la vida, la muerte y la salud, en un nivel diario". Así lo explica Ángel Martínez Ques, enfermero con más de 40 años de experiencia profesional como enfermero asistencial y una amplia actividad docente (más de 50 cursos impartidos) e investigadora en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
Académico de número en la Academia de Enfermería de Galicia, ha pertenecido a varios comités técnicos, entre ellos al Comité Científico del Centro Colaborador Español del Instituto Joanna Briggs para los cuidados de Salud basados en la Evidencia, al Comité de ética asistencial del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, a la Comisión Gallega de Bioética y a la Comisión de Garantía y Evaluación para la Eutanasia de Galicia. Desde su experiencia, dirige su mirada hacia el presente y futuro de la enfermería, un espacio donde la bioética, el respeto, la compasión y la empatía son herramientas clave porque "desde la perspectiva de la ética del cuidado, en un mundo que cambia tanto y cada vez más deprisa, el principal reto es precisamente el modelo de cuidado que queremos y que precisamos".
¿La enfermería es una profesión de vocación? ¿Qué te llevó a decidir ser enfermero?
Enfermería es una profesión que abarca elementos de vocación, técnica y ciencia. En mi caso reconozco que la parte científica es la que ha tenido un peso mayor.
Elegí ser enfermero, siempre me atrajeron las profesiones que se preocupan del bienestar de las demás, y también el hecho que tuviera un hermano que ya era A.T.S. fueron determinantes.
El ejercicio de la profesión de enfermería comporta un trato con la vida, con la muerte, con la salud… aspectos de una indiscutible dimensión ética. ¿Cuál consideras que es el papel de la bioética en la práctica enfermera?
En mi opinión, la bioética desempeña un papel fundamental en la práctica enfermera, ya que nos enfrentamos a situaciones que involucran aspectos vitales de los pacientes, como la vida, la muerte y la salud, en un nivel diario. La bioética proporciona un marco ético sólido que nos guía en la toma de decisiones difíciles y nos ayuda a abordar de manera reflexiva y responsable las cuestiones éticas que surgen en nuestro trabajo. La bioética propicia que tratemos a cada persona con respeto, compasión y empatía, reconociendo su valor intrínseco como ser humano, y por esa razón debemos asegurarnos de que todos los pacientes reciban una atención equitativa y de calidad.
Con un doctorado en Derecho y una tesis sobre edadismo, ¿cómo se entrelazan el derecho y la bioética en el ámbito de la salud?
La bioética sirve de puente entre la práctica clínica y derechos de los pacientes, entre la excesiva tecnificación y la humanización de la asistencia. En el área del derecho en el que me doctoré hay muchas cuestiones que afectan al derecho a la salud. Por cierto, ya que citas el edadismo, pocos profesionales sanitarios son conscientes que representa un grave problema de salud pública, como ha reconocido la OMS y que tiene consecuencias graves y de gran alcance para la salud, el bienestar y los derechos humanos de las personas. El mismo derecho a la salud es un derecho fundamental. De ahí la conexión existente entre derecho, bioética y salud.
¿El profesional de enfermería, como cualquier profesional sanitario, tiene asumidos estereotipos que afectan a su ejercicio? ¿Cómo se afronta esta situación?
Como profesional de enfermería, es cierto que enfrentamos estereotipos que pueden influir en nuestro ejercicio. La clave para abordar esta situación es la educación y la sensibilización y evitar que esos estereotipos afecten a nuestra conducta. Es importante trabajar en la promoción de una imagen más completa y precisa de la profesión, destacando nuestro papel como proveedores de cuidados expertos y compasivos.
En una población envejecida como la gallega y la ourensana, ¿existe paternalismo profesional a la hora de tratar a los pacientes?
El paternalismo como modelo de relación clínica es residual y está siendo sustituido por otras formas que tienen en cuenta las preferencias y los valores de los pacientes. Creo que esta circunstancia no es exclusiva de nuestra Comunidad.
Debemos promover una relación de respeto mutuo y empoderar a los pacientes en la toma de decisiones sobre su salud y bienestar.
¿Las conclusiones de tu tesis doctoral en Derecho Ageísmo y derechos humanos en el contexto sanitario (2016), siguen vigentes años después?
Las conclusiones siguen siendo relevantes después de ocho años. La discriminación por edad y los desafíos en la protección de los derechos humanos en el ámbito sanitario continúan siendo temas importantes que requieren atención y acción. El hecho que la propia OMS se haya encargado de realizar una campaña mundial contra el edadismo en 2021 refuerza la importancia de emprender medidas a todos los niveles.
Con la perspectiva que da el paso de los años, ¿qué impacto ha tenido la pandemia en la ética de los cuidados?
La pandemia ha tenido un impacto profundo en la ética de los cuidados. Ha resaltado la importancia de la equidad, la solidaridad y el respeto a la dignidad humana en la atención sanitaria. Además, ha generado reflexiones sobre temas como el triaje ético y la toma de decisiones difíciles en situaciones de crisis. Ha aumentado el sentimiento de soledad de las personas mayores. Creo que se debería emprender una reforma en profundidad de la atención sociosanitaria.
Eutanasia, suicidio mecánico asistido… ¿a qué retos se enfrenta la profesión enfermera desde la perspectiva de la bioética?
Desde la perspectiva de la ética del cuidado, en un mundo que cambia tanto y cada vez más deprisa, el principal reto es precisamente el modelo de cuidado que queremos y que precisamos. Enfermería debe ser consciente de esos cambios. La excesiva tecnificación y hospitalocentrismo conduce a la despersonalización de la asistencia y un aprendizaje desde la bioética puede reconducirla hacia la humanización del cuidado. Las cuestiones de los cuidados al final de la vida es un reto pendiente y hay otros que afectan a los profesionales sanitarios como es la angustia moral (derivada del burnout o síndrome de desgaste profesional). Cara a un futuro próximo, me preocupa que se esté investigando en cuestiones como aplicar la inteligencia artificial al cuidado sin que se tenga en cuenta o intervengan enfermeras en un primer momento.
Has formado parte de varios comités y consejos relacionados con la ética y la investigación en enfermería. ¿El rol de la investigación en enfermería es una de las cuestiones a desarrollar?
Creo que el rol investigador en enfermería está consolidado. Mi paso por el Instituto de Salud Carlos III me ha permitido conocer de primera mano la investigación en el ámbito biomédico y de cuidados que se realiza en nuestro país y en la que hay enfermeras liderando equipos e investigaciones en diferentes ámbitos, y tan novedosos como es la inteligencia artificial, por poner un ejemplo. El avance en la investigación ha sido impulsado por el compromiso y la dedicación de enfermeros y enfermeras de todo el mundo que han reconocido la importancia de la investigación para mejorar la práctica clínica y los resultados para los pacientes. En las últimas décadas, hemos presenciado un cambio de paradigma a medida que la enfermería ha ganado reconocimiento como una profesión basada en evidencia. Y me enorgullece haber podido formar parte de ello y haber aportado mi granito de arena.
¿Cuál es tu visión sobre el futuro de la enfermería en Galicia?
En cuanto al futuro de la enfermería en Galicia, veo un panorama prometedor. Con el avance de la tecnología y la evolución de los modelos de atención, las enfermeras tienen la oportunidad de desempeñar un papel aún más significativo en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades en la comunidad. La sanidad está afrontando un momento de crisis y tenemos que estar donde se toman decisiones para que se sepa el valor añadido que aporta enfermería, en una sociedad envejecida como la gallega, destacando unos cuidados profesionales de proximidad, integrales, holísticos y enfocados a la cronicidad. Aunque también las instituciones deben hacer un esfuerzo por cuidar a las enfermeras, adoptando las medidas oportunas para evitar entre otras cosas, el desgaste y la emigración de estos profesionales hacia otros ámbitos.
¿Qué aconsejarías a una persona que hoy se acercarse a ti para decirte que quiere ser enfermero?
Cada persona tiene sus motivaciones para estudiar enfermería, así que, si le atrae la profesión y le gusta el cuidado de los demás que siga lo que le dicte su conciencia. Si una persona quiere ser enfermera que abra su mente a todas las posibilidades, que no se limite solo a la práctica asistencial. Hoy en día podemos obtener el mayor grado académico, ser catedráticos, podemos desarrollar carrera investigadora, y deberíamos poder alcanzar el máximo a nivel gestor, por lo que tenemos un horizonte de posibilidades que deberíamos aprovechar sin que debamos ponernos límites.