"Con la edad, la sensación de tener sed va perdiendo fuerza, por eso debemos controlar que nuestros mayores estén bien hidratados"

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José Manuel Álvarez Pena, en la sede colegial | FUENTE: COE Ourense

Ourense, martes 5 de julio de 2022.- Cada año, las altas temperaturas típicas del verano se cobran la vida de más de un millar de personas en nuestro país. Son, concretamente, 1.300, tal como recoge un estudio publicado por el Instituto de Salud Carlos III, que ha observado las muertes asociadas al calor entre los años 2000 y 2009; solo en Ourense han fallecido en ese periodo más de un centenar de personas.

También esta institución, a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), registró la muerte en España de 714 personas debido a la intensa ola de calor del pasado mes de junio. Los profesionales sanitarios nos recuerdan todos los años la importancia de tener en cuenta una serie de medidas preventivas para evitar golpes de calor y, en los casos más fatales, la muerte. José Manuel Álvarez Pena, enfermero en el centro de salud de A Valenzá, junto Marta Fernández del Río, compañera y enfermera residente, desarrollaron en este ambulatorio una actividad para concienciar a la población de los peligros del calor y cómo actuar para prevenirlos. “Recordamos, a los pacientes que se acercaban al centro de salud para sus consultas, ciertas recomendaciones para combatir los efectos del calor: tuvo buena acogida, se paraban con nosotros y nos escuchaban. También colocamos paneles informativos y repartimos dípticos entre el mayor número de personas posibles para conseguir así tener más alcance”.

Beber aún sin tener sed, tanto agua como zumos de fruta natural o bebidas deportivas que contengan minerales, evitar bebidas calientes y alcohólicas, protegerse del sol con sombreros o gorras y protección solar o no realizar esfuerzos físicos innecesarios en las horas de más calor son algunas de las pautas que recomendaron seguir, como también hizo Nuria Martínez Blanco en el centro de salud de A Cuña.

Aunque parezca que son medidas lógicas y sin necesidad de recordatorio cada verano, José Manuel nos cuenta que con la llegada del verano se repiten las mismas situaciones. “Parece que de un año a otro nos olvidamos de toda esta información, por eso es importante que nosotros las recordemos y crear así más conciencia este año. Por ejemplo, de forma recurrente nos encontramos con casos de personas que llegan con golpes de calor o lipotimias porque van a las termas a las peores horas. Por eso es importante que hagamos este tipo de actividades”. El enfermero recordó que las medidas para lidiar con las altas temperaturas también deben aplicarse en viviendas y otro tipo de edificios, evitando las aglomeraciones en espacios sin aire acondicionado, bajando persianas y cerrando ventanas en las horas centrales del día, se debe utilizar ropa ligera y refrescarse con duchas o baños de agua templada.

Álvarez Pena recalca la importancia de que todas las personas sigamos estas pautas para combatir el calor, pero existe una especial preocupación por niños y niñas, personas de edades avanzadas y pacientes crónicos, a quienes las altas temperaturas afectan de manera más intensa. En este contexto, familiares, amigos y cuidadores juegan un papel fundamental en su cuidado en esta época: “Debemos prestar especial atención a estos grupos. Con la edad, la sensación de tener sed va perdiendo fuerza, por eso debemos controlar que nuestros mayores estén bien hidratados”.

Prevención de ahogamientos en las zonas de baño

Además de medidas preventivas para combatir el calor, este grupo de profesionales de enfermería incidió también en las medidas de prevención de ahogamientos en las zonas de baño. “En este caso son los niños y niñas y la población joven adulta las víctimas más comunes de este tipo de accidentes”, explica Álvarez Pena. En la información que han repartido entre los vecinos de A Valenzá y A Cuña podemos leer que en el mundo fallecen cada año ahogadas 360.000 personas y que más de la mitad de los fallecidos tienen menos de 25 años. “Lo que suele ocurrir en los casos de ahogamientos es que el infante no sabe nadar, por eso es imprescindible que un adulto vigile en todo momento a los menores”, declara el enfermero, que añade que es importante bañarse solo en los espacios habilitados y conocidos, no refrescarse en zonas de baño sin vigilancia de socorristas, prestar atención a los cambios en el mar, guiándonos por el color de las banderas.

José Manuel Álvarez Pena también insiste en que debemos evitar zambullidas de cabeza desde puntos demasiado elevados y en zonas de poca profundidad o donde no conocemos la misma, y habla de los riesgos de no seguir esta precaución: “Todos los años nos encontramos con casos de personas que sufren algún tipo de traumatismos graves en la cabeza y daños medulares que pueden producir incluso tetraplejias o paraplejias. Estamos hablando de algo muy grave sobre lo que debemos concienciar, porque suele ser gente joven la que se ve afectada y su calidad de vida después del accidente se ve claramente reducida”.

El enfermero de A Valenzá nos explica que tras el éxito de esta iniciativa esperan poder ampliarla a otros centros de salud de la provincia. Además, a lo largo del curso escolar, también participa en el programa de educación sanitaria Pupas, sustos y otros disgustos: “Les enseñamos, por ejemplo, cómo se realiza la maniobra de resucitación y primeros auxilios. Conseguimos que sea algo muy dinámico y de esta forma tiene buena acogida entre los niños y niñas”.

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